Kamishibai 紙芝居 es una palabra japonesa que significa “Teatro de Papel” y es una forma muy popular, desde hace varios siglos, de contar cuentos en Japón. Los cuentos representados en el Kamishibai tocan temas y evocan sentimientos generales que están en consonancia con la edad de los niños a los que van dirigidos, como suele ocurrir con los cuentos tradicionales.
Lo descubrí la pasada edición de la Feria del Libro en Madrid y no pude resistirme. Salí con mi teatro a cuestas como si hubiese hecho un viaje al Japón milenario.
Este verano, organicé el primer Taller de Kamishibai con un grupo de 16 niños y niñas de edades comprendidas entre los 2 y 10 años. Les conté el cuento “El pájaro Puhuy” (un cuento tradicional mexicano que habla de la vanidad), mostrando las láminas ilustradas según se iba sucediendo la historia e introduciendo algunos interrogantes para que los niños participaran y la enriquecieran. También lo acompañé de música que imitaba el sonido de las aves y recreaba la naturaleza. De esta forma se consigue más fácilmente una concentración en torno al cuento que con otras técnicas narrativas.
El Kamishibai produjo una irresistible fascinación en los niños y niñas, desde los más pequeños hasta los más mayores, todos se quedaron en muchos momentos sin pestañear. Sentimos la magia y los niños atravesaron esa línea que separa la fantasía de la realidad. Es línea que a mí me gusta que sea tan delgada…casi transparente.
Los niños gritaron, rieron con fuerza y tuvieron la sensación de que asistían a un espectáculo de una forma desinhibida; despertando su imaginación y la fantasía. No se limitaron a ser meros oyentes, sino que se convirtieron en intérpretes y creadores cómo sólo ellos saben hacerlo.
¡Hicimos un viaje mágico a bordo de un pequeño teatro de papel y con un equipaje lleno de ilusión!