Publicaciones etiquetadas con: Comic

Del tebeo al comic… y otras historietas

tebeo zipi y zape
Hace poco, mientras esperaba en la consulta del dentista con mi hija vi que se le fueron los ojos detrás de un tebeo de Zipi y Zape. De un zarpazo (siguiendo con la “Z”) se lo quité de las manos y me escurrí en el sofá de la sala de espera para leerlo juntas. Al momento, vinieron a mi mente una cascada de imágenes de mi infancia mientras leía con mi hermano los tebeos y jugábamos a que uno era Zipi y otro Zape. Eran nuestro favoritos, uno era el moreno y otro el rubio, como nosotros. Durante su lectura, me daba cuenta de qué manera reflejaba la realidad y la sociedad española de la época, tanto es así que muchas cosas para mi hija resultaban totalmente novedosas; por ejemplo las cabinas telefónicas. Así, me vi relatando las escenas a pie de cabina con tu monedero lleno de  duros y pesetas, esperando a que alguien terminara de hablar. Y si bien no metías dentro un ratón como Zipi y Zape, las cosas que podías llegar a hacer para que terminaran pronto eran a veces… de tebeo.

Tan enfrascadas estábamos con los gemelos, su orondo padre Don Pantunflo Zapatillas, su sufridora madre Dña. Jaimita y el profesor que los intenta meter en vereda Don Minervo, que no escuchamos cuando llegó nuestro turno y al marcharme de la consulta me dio pena dejar ahí ese ejemplar de Zipi y Zape que es casi una pieza de coleccionista. Es muy probable que la próxima vez que vuelva a la consulta algún aspirante a coleccionista lo haya afanado, o lo que es peor, tirado a la basura pensando que está pasado de moda y no interesa a los niños de hoy día.

Por el camino de regreso a casa le hablé de todos los personajes de los tebeos que leía en mi niñez:

– El botones sacarino
– Anacleto, agente secreto
– Rompetechos
– Carpanta
– Super López
– La familia Cebolleta
– Pepe Gotera y Otilio
– Las hermanas Gilda
– Mortadelo y Filemón
– Tintín
– El Capitán Trueno

Para los nostálgicos, la historieta, tebeo o cómic español, es una de las tradiciones de historieta más importantes a nivel europeo, gozando de sus años dorados en los años cuarenta y cincuenta, además de un boom entre finales de los setenta y mediados de los ochenta.

El cómic infantil tiene más de un siglo de historia. Fue en Estados Unidos, en 1896, donde se publicó el primer suplemento infantil con historietas en un periódico, aunque se atribuye al suizo Rodolfo Toepffer (1799-1846) la invención de la historieta ilustrada.

En nuestro país, en 1904 se publica En Patufet, tebeo en lengua catalana que alcanzó gran difusión. No obstante, el primer auténtico tebeo fue Dominguín, editado en Barcelona en 1915.

El decano de los semanarios españoles infantiles es el TBO, aparecido en Barcelona en 1917. Su fama fue tal que con el nombre de «tebeo» se conocen todas «las publicaciones infantiles cuyos temas se desarrollan en series de dibujos», tal como lo define la Real Academia de la Lengua. Hoy, con dudoso acierto, le llamamos también «cómic», vocablo inglés que ha pasado al castellano -también lo reconoce la Real Academia- y que, en un principio, se aplicó a las historietas cómicas, ampliándose después también a las de aventuras, ciencia-ficción y policíacas.

Estos tebeos muestran en clave de humor, porque no pueden hacerlo de otra forma, cómo era la sociedad de la época: los solterones, la familia, la relación entre los jefes y sus empleados, entre los burgueses y sus criados, los vagabundos, etc. Las personas que vivieron esa época se podrán sentir identificados con las historietas narradas, y las personas que no vivieron esa situación podrán descubrir cómo era la vida en España en aquellos momentos. Basta con coger un Tebeo para darse cuenta de ello. Son una España en viñetas…

Por ejemplo las historias del frustrado Carpanta se centraban en su hambre y sus grandes dificultades para conseguir comida o un trabajo con el que sustentarse. Las viñetas reflejaban la dura situación de la España de posguerra y estuvieron a punto de sufrir las exigencias de la censura franquista. Antes de que la tijera ejerciese su papel, el autor redujo el tono del tebeo.

carpanta

O el Botones Sacarino, un joven cuya torpeza y vagancia no paran de meterle en problemas. Los dos personajes que se oponen a la figura de Sacarino son el director y el presidente, ambos con actitud muy irascible. El director es representado con un corte tiránico, siempre tratando de abusar de los trabajadores y de agradar a sus superiores.

botones sacarino

Claro que si hay un tebeo que nadie desconoce, ese es Mortadelo y Filemón,  agencia de información.   Tomando como base cómica la ficción de detectives. Filemón es un hombre colérico de dos pelos y es el jefe, y Mortadelo es un hombre alto y calvo, con nulo sentido común y capacidad de disfrazarse de cualquier cosa.

 

mortadelo y fi

Si las actrices se quejan, sobre todo a partir de una cierta edad, de que los guionistas no piensan mucho en ellas, el cómic rompe ese prejuicio con las obras de nuevos autores que otorgan el mando de sus historias a las mujeres, atípicas heroínas que las estrellas de Hollywood no dudarían en interpretar. Pero que no haya malas interpretaciones, títulos como ‘Caramelos atómicos‘, ‘La mujer rebelde‘ o ‘Seconds‘ no son «cómic femeninos» «ni para chicas» ni nada que se le parezca, sino novelas gráficas protagonizadas por mujeres fuertes, con carácter, y además, en los tres casos, escritos y dibujados por hombres.

heroina ororor monroe

(Fuente Wikipedia y www.guiadelcomic.es)

Actualmente los cómic también son un reflejo del momento que se vive y de los gustos y preferencias actuales. Sus temas son el 15M, fútbol, humor, generación manga, serie negra. Hasta hay cómic infantil-juvenil que parodia las novelas de Harry Potter, adaptando de forma bastante libre el argumento y trasladando los personajes a una ambientación española.

Sería interesante que nuestros hijos hicieran hoy sus propios comics y veríamos en ellos el reflejo de la sociedad actual. En muchas viñetas, seríamos nosotros los que tendríamos que preguntarles de qué están hablando, y entonces pensaríamos: “Pues sí que ha cambiado el cuento”.

Mientras tanto…Yo quiero seguir siendo Zipi y Zape.

Categorías: Baúl de curiosidades | Etiquetas: | 1 comentario