¡Libros! ¡Libros! Cuánto habéis poblado mis soledades y fecundado mi imaginación. Sin vosotros sería una náufraga de la palabra.
Begoña Flores Bejarano
Hoy, 23 de abril se celebra el Día Internacional del Libro y Derecho de Autor, fiesta que nació en España en 1926 bajo el auspicio de Alfonso XIII. En 1995 la Unesco lo declara Día internacional del Libro para rendir homenaje al libro, sus autores y alentar a descubrir el placer de la lectura. Cervantes, Shakespeare, el Inca Garcilaso y Josep Plá murieron en esa fecha. Web Día del Libro
Desde que me recuerdo en mi niñez creo que no ha pasado casi un solo día de mi existencia que no haya tenido en algún momento del día, aunque fuera un instante, un libro en mis manos. También, desde hace mucho tiempo siempre hay un libro rondando en mi cabeza, una nueva historia que quiere ser contada, un relato de lo acontecido que espera ser plasmado. Y es en esa dualidad lectora-escritora donde transcurren parte de mis días y donde la soledad es buscada porque está en la mejor de las compañías.
La semana pasada celebré el Día del Libro con los alumnos y alumnas de 1º Primaria del Colegio Brains de Madrid. Les pregunté al comenzar qué imaginaban que era lo que más le gustaba hacer a una escritora que escribía para ellos y me dijeron al momento: ¡leer!, ¡escribir!, ¡imaginar!, ¡soñar!…Y sí, todo eso es cierto, todas esas son cosas que me fascinan. Pero lo que más le puede gustar a cualquier escritor es encontrarse con sus lectores. Ver la emoción de sus caras y exclamaciones cuando les contaba con un Kamishibai (Teatro Japonés) mi libro “La Jirafa sin Cuello de Garrafa” (Editorial Babidibú) es algo que no tiene precio. Compartir con ellos esa jornada plagada de pequeños momentos literarios fue sin duda la mejor forma de celebrarlo.
Hoy lo celebraré como lectora. Con un libro o varios como siempre entre mis manos. Quién sabe si aspirando el olor de alguna rosa, inventando un cuento para mis hijos y difundiendo esta fecha tan importante para los que amamos y habitamos en ese mundo que no tiene fin que es la literatura.